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      Rumbo al Ascenso habló con el actual arquero de Rocha Fútbol Club, Martin Barlocco que se animo a un ping pong de preguntas y respuestas que lo llevo a repasar su carrera hasta el día de hoy.

Barlocco nació el 19 de diciembre de 1977 en Buenos Aires, Argentina. Aunque se considera uruguayo ya que toda su familia lo es y desde muy chico (Antes de los dos años) que reside en el Uruguay.

Sus inicios futbolísticos se dieron en Progreso de Atlántida y en la selección de Canelones donde sin escalas en formativas paso directamente al Centro Atlético Fénix.

En Uruguay su carrera también pasó por el Centro Cultural y Deportivo El Tanque Sisley, Club Deportivo Colonia, Club Atlético River Plate, Rampla Juniors Fútbol Club, Atenas de San Carlos, Deportivo Maldonado y actualmente milita en el Rocha Fútbol Club.

Su carrera en el exterior comenzó en Pumas de Casanare (Dejo de existir años después) y Deportes Quindío de Colombia.

Luego de tierras cafeteras el arquero jugó algunos años más en nuestro país, hasta que en el 2007 y con 29 años el fútbol de Irán llamó a su puerta.

En dicho país, Barlocco militó durando cinco años donde formó parte del Bargh Shiraz, Mes Rafsanjan y Gostaresh Foulad.

¿Cómo tomaste la posibilidad de emigrar al fútbol iraní?

 

–      Yo estaba en Rampla Juniors cuando me llamaron para contarme que había chances de irme a Irán, no sabía con lo que me iba a encontrar y estaba muy nervioso por eso y por el hecho de estar lejos de la familia.

Los primeros seis meses fueron muy complicados por el hecho de ser el único que hablaba español y de no manejar el idioma y tener que interactuar mediante señas o con un poco de ingles.

¿Futbolísticamente como fue tu experiencia en Irán?

 

–      Tuve la suerte de adaptarme rápido por mi posición que no permite grandes cambios sea en el país que sea y por la manera de jugar y sentir el fútbol de ellos que es muy parecida a la nuestra. Se vive con mucha pasión y con tribunas llenas, en los cinco años que estuve la experiencia fue muy buena al nivel que iba a renovar por un año más pero la federación de fútbol de allá decidió que los arqueros debían ser todos nacionales y no extranjeros.

Me volví a Uruguay con muchas cosas positivas, entre ella los amigos que hice estando allá, que están en contacto conmigo hasta hoy en día.

¿Que anécdotas te dejo tu ida al deporte de Oriente Medio?

 

–      Junto a los terremotos que viví allí y lo asombrado que estaba por sus costumbres religiosas y no religiosas, una de las anécdotas que me quedó de la cancha fue en la zona de vestuarios luego de un partido que habíamos ganado de visitante, cuando un periodista creo que también dirigente del equipo rival me agredió, a lo que yo respondí y fue por eso que termine detenido en una cárcel iraní. Por suerte estaba respaldado por mis compañeros y dirigentes que sabían que lo que hice solo había sido en defensa propia.

 

En Colombia formaste parte de dos equipos ¿Cómo viviste tu estadía allí?

 

 

–      Cuando llegue a Colombia era muy joven y juegue solo una rueda del campeonato porque cuando íbamos por la segunda mitad se complicó el tema económico y social por un tema con el gobernador de la ciudad que estaba vinculado al club donde yo jugaba. Por eso fue que un día me recomendaron desde adentro del club el irme o regresar a mi país.

Lamentablemente el retorno a Uruguay se da con una lesión de meniscos complicada que me llevo un tiempo de recuperación.

En tu paso por Atenas de San Carlos sufrís dos grandes lesiones en las dos manos, ¿Cómo es para un arquero recuperarse de las mayores armas que tiene?

 

–      Sufrí dos quebraduras en el campeonato cuando Atenas estaba en primera, la primer rotura fue en la mano izquierda en la tercera fecha ante Racing.

Me llevo dos o tres días volver a entrenar reducido, incluso semanas después formaba parte del futbol interno con yeso en la mano y todo. Realmente no me peso para nada en lo mental y en lo físico a diferencia de cuando me rompí la mano derecha en la ultima fecha del campeonato en un tiro libre.

¿Cómo fue tu experiencia como entrenador de arqueros en el Atenas de Edgardo Arias?

 

–      Fue una oportunidad muy buena de formar parte de ese equipo como preparador y de al mismo tiempo jugar en Rocha, supe organizarme bien y ellos entenderme para que me diera el tiempo para todo.

Se que estoy grande y como me gusta entrenar además del hecho de ser profesor recibido, me uní a ese proyecto que fue muy lindo y me dio la oportunidad que conocer gente muy buena que me tomo siempre como uno más.

Si tuvieras que elegir un nombre en especial que te haya ayudado o que recuerdes de tu carrera hasta el momento ¿ Cual sería?

 

–      Decir uno es muy injusto porque mucha gente me dio una mano, sea dirigente entrenador o jugador, muchos me ayudaron y eso es algo que yo valoro y mucho.

¿Sentís con Rocha un vinculo más apegado que con otros clubes?

 

–      Sí, me siento muy identificado con el club por todo lo que pase y por el hecho de que es mi quinta temporada acá y tengo 100 partidos con esta camiseta.

La gente valora el hecho de que estuve en las difíciles y por eso me siento muy querido, en los ya ocho años que estoy acá me hicieron sentir uno más, por suerte la frutilla de la torta con el club y con su gente fue el lograr el ascenso a la B en un momento muy complicado.

Soñamos con mantenernos con pelear la categoría y porque no con volver a la primera división.

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